En una medida que marca un fuerte cambio en las políticas ganaderas, el Gobierno nacional eliminó la normativa vigente desde 2007 que establecía un peso mínimo de faena para bovinos. Esta decisión fue oficializada a través de la Resolución 91/2024 del Ministerio de Economía, publicada el lunes 10 de junio en el Boletín Oficial, y firmada por el secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella.
Hasta ahora, se exigía un mínimo de 300 kilos vivos para la faena de animales machos enteros, novillitos y novillos, una disposición que buscaba fomentar la eficiencia productiva, el desarrollo del novillo pesado y la mayor provisión de carne para exportación. Sin embargo, el Gobierno argumentó que la medida generaba distorsiones en la cadena de valor y no contemplaba las diferencias regionales del sistema productivo.
«La obligación de un peso mínimo de faena introdujo distorsiones que afectan la libertad de comercio, limitando las decisiones de los productores y los frigoríficos», explicó el texto oficial.
Desde el Ejecutivo sostienen que la eliminación de esta restricción permitirá mejorar la eficiencia, aumentar la competitividad y reducir la intervención del Estado en las decisiones privadas.
🔍 ¿Qué cambia para los productores?
Con esta resolución, ya no se exigirá un peso mínimo para enviar animales a faena, lo cual tendrá un impacto directo en los sistemas de recría y engorde, especialmente en aquellas zonas donde los recursos forrajeros son limitados o el ciclo productivo es más corto.
Esto podría acelerar los tiempos de engorde, reducir costos y permitir mayor flexibilidad comercial. Sin embargo, también despierta preocupaciones entre quienes advierten que podría incentivar la faena de animales livianos, comprometiendo la calidad del producto final y la competitividad en los mercados internacionales.
📌 Repercusiones en el sector ganadero
La medida fue bien recibida por algunos sectores, particularmente feedlots y productores con ciclos cortos, pero generó alerta en el segmento de exportadores y entidades técnicas, que consideran clave sostener el modelo del novillo pesado con destino internacional.
Desde Sociedad Rural de San Andrés de Giles, seguiremos monitoreando las consecuencias de esta decisión en nuestra región y evaluando su impacto en la producción local, especialmente en un contexto donde la eficiencia y la competitividad deben ir de la mano de la sustentabilidad y la calidad.
📎 Más información:
Podés consultar el texto completo de la resolución en el Boletín Oficial acá.
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